Hilda 4

Sumi Ink, metal leaf, and watercolor on paper, 17" X 22"

Hilda Victoria Zulueta, December 18, 2005, Perico, Cuba

Ero mira safile, nasapalua, e nasafile, e nasapalue ma, e nasapolue, ma e nasafalue, ma ofoduracabomana buaton janade echewe cabo manalua som nanade e nasafile, e nasafaluano' ese es dándole gracias a Yemayá. Elo falala e iya falluo, balalayiwo ero jalala e iyanfa luo onisense.' Ese canto es de Obatalá. Como ese mismo canto que es de Obatalá 'Ago jonu pelo papanasa agüero so e ago jonu papanasa agui iguje' ese canto es de Obatalá que ella casi nunca lo canta porque es un canto. Eso es como Aguidae que eso es otro santo viejo de antes, que ese aquí la única que lo tiene es la Sociedad Africana, en casa de Maruri y en casa de Armando. 'Aguidae masabolo, efe enaddo mi do, efe enaddo mi do e, efe enaddo mi do e, Aguidae masabolo, efe enaddo mi do' ese es un canto que casi no se canta tampoco porque son cantos que ella pobrecita bastante ella está haciendo. Nada, nada, nada, porque inclusive en el pozo del central se le daba comida años por años antes de empezar la zafra. Iba mi abuelo, bueno, todos los mayores e inclusive a mí me llevaban. Allí hay, como yo lo voy a decir que Malé me perdone porque yo nunca lo menciono, un majá grande, que había ahí en un pozo y taparon el pozo. Entonces es por eso que en España año por año siempre hay su cosa. Ahí se iba año por año antes de empezar la zafra se le daba comida a ese pozo, se tocaba tambor allí. Entonces había por la parte de atrás un lugar que le decían la cuartería y allí en esa cuartería era donde vivían toda esta gente que pertenecían a lo africano y allí se daba un tambor. Iba una señora que se llamaba Martina Zulueta y le decían Martina Karindé, una gorda, iba con mi abuelo, Victoria, toda esa gente, Prieto, bueno, el tambor completo.

Ero mira safile, nasapalua, e nasafile, e nasapalue ma, e nasapolue, ma e nasafalue, ma ofoduracabomana buaton janade echewe cabo manalua som nanade e nasafile, e nasafaluano'.    That's to thank Yemayá.  Elo falala e iya falluo, balalayiwo ero jalala e iyanfa luo onisense'.  That chant belongs to Obatalá.  Just like this chant that belongs to Obatalá: 'Ago jonu pelo papanasa agüero so e ago jonu papanasa agui iguje'. It belongs to Obatalá, but she (Lazarita) almost never sings it because it is very old. The same with Aguidday, which is another old saint from before, and only the African Society, Maruri and Armando's house possess it. 'Aguidae masabolo, efe enaddo mi do, efe enaddo mi do e, efe enaddo mi do e, Aguidae masabolo, efe enaddo mi do', that's a chant you almost never hear because it's quite old and she (Lazarita) doesn't know it, the poor thing, she is making a huge effort. Nothing, nothing, nothing, also the well at the sugar mill, they use to feed it year after year before the beginning of the sugar harvest. My grandfather used to go, well, all the elders, and they even used to take me.   There is, as I am going to tell you, may Malé pardon me, because I never mention it, a huge serpent that was there in a well and they sealed the well. That's why in that place every year something happens. We used to go there every year before the sugar harvest. We fed the well and played the drums. In the rear area of the sugar mill there were barracks where all the people that belonged to African traditions lived and there we played our drums. Martina Zulueta, a fat lady also called Martina Karindé used to go with my grandfather.  Victoria, all those people, Prieto, the whole religious community.